lunes, 31 de enero de 2011

Daniel Bell: la fragmentación de la razón.



Noé Hernández Cortez*

La unidad de estilo de La Rebelión de las masas de Ortega y Gasset consiste en la arquitectura fragmentaria de los ensayos que la componen. El filósofo metido a sociólogo vislumbrará en el hombre medio -el aurea mediocritas horaciano- el personaje central de la sociedad moderna. La modernidad se esparce en espacios y tiempos distintos, y la forma literaria que mejor puede retratarla es el ensayo, mirada siempre provisional y fragmentaria sobre la realidad. Daniel Bell, al igual que Ortega, fue un hacedor de piezas primordiales que componen a la sociedad moderna. En Ortega la rebelión de las masas, el desprestigio del liberalismo, la intervención del tecnócrata en la vida política; en Daniel Bell, el individualismo hedonista en la sociedad contemporánea, la fragmentación de la razón, el poder en el mundo de la política, la eficiencia en la economía, las creencias y valores en la cultura, los matices en la vida interior del intelectual. Ortega y Bell sabían que la forma de expresión del intelectual público era el ensayo, forma literaria siempre ondulante, que retrata mejor el movimiento de la sociedad, que el texto académico.
            Max Weber con mirada melancólica trazaba la extensión de la razón a los distintos dominios de la cultura: el arte, la religión, la economía, la política, la música. Si la modernidad tenía un hilo conductor que le otorgaba unidad y coherencia era precisamente la racionalidad: el cálculo dispuesto a ordenar el mundo. La lectura de Bell a este diagnóstico de Weber, es que la razón no es unitaria, homogénea, pues los dominios de la sociedad responden a distintos principios que en la diversidad le da unidad. En la política el principio es el poder, en la economía la eficiencia y en la cultura lo simbólico. Estas tres esferas responden a la pluralidad de quehaceres en una sociedad democrática, pues estas esferas se llegan a tocar sin confundirse. La vida intelectual de Bell era un reflejo de esta forma peculiar de pensar a la sociedad. En los propios términos del sociólogo neoyorquino: “Soy un socialista en economía, un liberal en la política y un conservador en la cultura”.
            El fin de las ideologías y Las contradicciones culturales del capitalismo son dos obras claves del pensamiento de Bell. El “nuevo desencanto del mundo” configuran el estilo de vida de los ciudadanos en sociedades democráticas: son ciudadanos cuyos intereses individuales ya no son determinados radicalmente por intereses económicos, sino por nuevos valores y creencias. Nace así lo que se considera el mundo posmaterialista en las sociedades democráticas contemporáneas, las ideas fijas de las ideologías ahora son sustituidas por valores que escapan a la explicación meramente económica y de las ideologías políticas doctrinarias. Ahora los valores son el cuidado de la ecología o los trabajos que satisfacen los goces profesionales e intelectuales. Esta interpretación de Bell sobre el mundo social de la modernidad es ahora moneda corriente en las encuestas sobre valores y percepciones de los ciudadanos. El politólogo americano. Ronald Inglehart habla de valores postmaterialistas en las democracias modernas inspirado en Daniel Bell.
            Animador de la cultura mexicana a través de las revistas Vuelta de Octavio Paz y Letras Libres de Enrique Krauze, Bell nos dejó una rica miscelánea de ensayos que van de la lectura en clave biográfica de El Político y el Científico de Weber a sus reflexiones sobre el impacto de las tecnologías de la información en las sociedades postindustriales, pasando otra vuelta de tuerca a las contradicciones culturales del capitalismo . Así, frente a la diversidad del mundo social, consecuencia de la fragmentación de la razón, nada mejor que la lectura del sociólogo Daniel Bell, el gran “especialista en generalizaciones”.

* Candidato a Doctor en Investigación en Ciencias Sociales con especialidad en Ciencia Política, FLACSO, Sede México.

Economía, riesgo y sociedad global

Economía, riesgo y sociedad global

Noé Hernández Cortez*

Recientemente el liberal heterodoxo John Gray nos ha recordado el razonable diagnóstico de Carlos Marx sobre la faceta revolucionaria del modo de producción capitalista, que con su propia fuerza dinámica llegaría a consumir a su creadora: la civilización burguesa. La “sociedad burguesa” -para traer a nuestros días una desusada expresión de la gramática de la economía política del siglo XIX- se ha reunido en estos días en el Foro Económico Mundial para tratar, entre otros temas de su apretada agenda, el de los riesgos de la sociedad global. Su reciente reporte Global Risks 2011. Sixth Edition. An initiative of the Risk Response Network, es un estudio interesante y sugerente para la reflexión en el campo de la economía.

Hay que recordar que la institución del Foro Económico Mundial inició como un proyecto meramente europeo y concentrado exclusivamente  en el estudio de la economía, cuyo tema de estudio primordial era la dinámica industrial de la economía europea y su proyecto de integración, de prácticas comerciales y de negocios, en un mercado con reglas explícitas y compartidas. Ahora la agenda del Foro Económico Mundial es amplia y responde precisamente al marco de los riesgos globales en que se insertan los mercados.



Los riesgos globales que presenta este reciente reporte dado a conocer en Davos se comprenden como un tejido de redes, que se pueden llegar a concatenar en los momentos álgidos como un efecto dómino. Los riesgos de carácter mundial que le da seguimiento este reporte son los riesgos económicos, ambientales, tecnológicos, geopolíticos y sociales. Lo contrastante en el Foro Económico Mundial es el optimismo de los discursos de los líderes empresariales y políticos con el discurso realista y sobrio de los estudios académicos.


En economía la noción de riesgo se empezó a usar para describir y estudiar los mecanismos dinámicos para la obtención de ganancias en los mercados. Fue el economista Frank H. Knight en su memorable libro Risk, Uncertainty, and Profit, quien examinó las actividades de los empresarios en escenarios con un alto grado de riesgo en la obtención de beneficios. Así, la tarea del economista era estudiar la probabilidad de manejar los riesgos inherentes a los mercados. Con esta idea Frank H. Knight quería exorcizar a la economía del optimismo liberal de los economistas clásicos, cuyo escenario de los intercambios comerciales suponía un entorno de mercados perfectos, esto es, el equilibrio era dado por la oferta y la demanda: el juego en la arena económica sólo de compradores y vendedores.


Ahora como observamos en este excelente reporte académico del Foro Económico Mundial los riesgos están interconectados, así pues la crisis financiera en el fin de la década pasada, provocó un efecto dómino que tocó las esferas de lo político y social. La economía juega entonces con muchas más variables de lo que creían los clásicos como bien observó Douglass C. North. Atendamos, pues también los estudios académicos que se presentan en este Foro como se atienden los discursos de los líderes políticos y empresariales. No está demás decir que los políticos y los empresarios se mueven en escenarios de alto riesgo.


* Candidato a Doctor en Investigación en Ciencias Sociales con especialidad en Ciencia Política, Flacso, Sede México.


China financial markets

El blog de Michael Pettis: China financial markets. China's Financial and Monetary Links of the World. Aquí un artículo completo sobre la estimación del crecimiento de la economía china: How big is Chinese GDP?

lunes, 10 de enero de 2011

La hegemonía comunal en Venezuela




Leí con atención el documento que presentan Feliciano Reyna y Yolanda D’Elia titulado Documento sobre leyes que afectan democracia y derechos humanos en Venezuela. Hay que decirlo abiertamente que el análisis que presentan ambos autores sobre las últimas leyes y reformas a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, principalmente las realizadas en el mes de diciembre de 2010, son una arquitectura legal hegemónica para consolidar el estado socialista o comunal en Venezuela. El espíritu de estas reformas van en contra de la tradición democrática de Venezuela fincada en el gobierno republicano federal, garante de las libertades políticas, cívicas y económicas.

En 1978 en su segundo artículo escrito para la revista liberal Vueltadirigida por la  figura señera el poeta mexicano Octavio Paz, el historiador Jean Meyer escribía las siguientes líneas: “Todos los países de las Américas Ibéricas, todos salvo México, Colombia, Venezuela y la pequeña Costa Rica, están gobernados actualmente por militares; sólo desde hace unos quince años Venezuela logró escapar a esos generales; Colombia recuerda todavía al general Rojas Pinilla. La única excepción, finalmente, es la de México. ¿Cómo se explica esta intervención casi universal de los militares en la política y la desaparición del poder civil? [...]"

Contra la tradición democrática en Venezuela, el estado venezolano erráticamente ha vuelto al pasado autoritario al querer instaurar una hegemonía comunal en Venezuela a través de medios legales. La hegemonía comunal en “política pública” en Venezuela ha erosionado a las instituciones de gobierno en su objetivo central: como mecanismos institucionales democráticos, propios de una plaza pública conformada por ciudadanos.

Sobre la Ley de Defensa de la Soberanía Política y Autodeterminación Nacional, escriben Feliciano Reyna y Yolanda D’Elia:

“Esta nueva ley, aprobada por la Asamblea Nacional el 21 de diciembre de 2010, es una medida que viola los derechos políticos de los ciudadanos ejercidos en forma individual o a través de organizaciones, en la que de manera arbitraria el gobierno nacional puede calificar como actos “desestabilizadores e insurreccionales contra el Estado” el solo hecho de recibir financiamiento internacional o invitar al país a extranjeros que puedan expresar opiniones críticas a las conductas de las instituciones de gobierno. La reforma asimila cualquier actividad política de los ciudadanos a la de los partidos políticos, los cuales ya tienen prohibido aceptar donaciones o subsidios de compañías, Estados y organizaciones políticas extranjeras en la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones. Siguiendo la orientación de las nuevas leyes orgánicas del Poder Popular y Contraloría Social, que violan el libre ejercicio de los derechos de asociación y participación autónoma y democrática, esta reforma entiende como “organizaciones políticas” —susceptibles de “atentar contra la soberanía, la independencia de la Nación, el ejercicio de las instituciones nacionales o de las autoridades legalmente constituidas”— a todas aquellas cuyos fines sean: promover la participación de los ciudadanos en los espacios públicos, el control de los ciudadanos sobre los poderes públicos, la participación de candidatos a ocupar cargos públicos de elección popular, y la divulgación, información y defensa del pleno ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía.”

La nueva legislatura de la Asamblea Nacional tendrá como tarea revertir esta tendencia hegemónica del estado comunal para volver a la normalidad democrática del estado republicano federal venezolano.

viernes, 7 de enero de 2011

Risk, Uncertainty, and Profit de Frank H. Knight


Uno de los libros que marcó las ideas económicas de Douglass C. North fue la lectura de Risk, Uncertainty, and profit (1921) del economista e historiador Frank Knight. Sobre esta influencia de Frank Knigth en la obra de Douglass C. North escribí en mi ensayo La noción de ideología en el discurso de William H. Riker y Douglass C. North las siguientes líneas: “North toma del economista Frank H. Knight la distinción entre riesgo e incertidumbre. Knigth define el riesgo como la situación en donde la toma de decisiones se da en un contexto en donde la aleatoriedad con probabilidades son conocidas; la situación con incertidumbre se da en un contexto en donde la toma de decisiones se lleva a cabo con información aleatoria con probabilidades desconocidas. Por ejemplo, un inversor en la bolsa de valores toma decisiones con base en el riesgo. En el caso de la incertidumbre el hombre recurre a sus creencias, valores para darle sentido de seguridad a sus acciones. El ejemplo con que nos ilustra North es el de las religiones, el cristianismo es un conjunto de creencias que permite darle seguridad al hombre frente a la incertidumbre, es una especie de protección en el nivel de las creencias individuales. Es con la incertidumbre como aparecen las ideologías. El comunismo en la ex-URSS es un claro ejemplo de como la ideología comunista fue una religión secular anclada en la fe.[31] Cuando se le preguntó a Arrow – nos cuenta North- que si era posible introducir la incertidumbre a su teoría económica él contestó: “la teoría en este caso no podría ser formulada”

Banco de México: La inflación en diciembre de 2010



“En diciembre de 2010 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 0.50 por ciento. Ello ubicó a la inflación general anual en 4.40 por ciento (en noviembre fue 4.32 por ciento). El incremento que exhibió este indicador se explica, principalmente, por las alzas registradas en los precios de algunos alimentos.

El índice de precios subyacente aumentó 0.47 por ciento durante el mes que se reporta, con ello la inflación subyacente anual se ubicó en 3.61 por ciento (en noviembre fue 3.63 por ciento).
Los subíndices de precios de las mercancías y de los servicios registraron respectivamente variaciones anuales de 3.82 y 3.41 por ciento (el mes previo estas variaciones fueron 3.69 y 3.58 por ciento). La mayor tasa de crecimiento del primer subíndice, en gran parte, fue influida por las alzas que se observaron en las cotizaciones de la tortilla de maíz y de los cigarrillos. Por otra parte, la reducción de la inflación del segundo subíndice se asocia al menor ritmo de incremento, con relación al mismo periodo del año previo, de los precios de los servicios relacionados con el turismo.


La variación del índice de precios no subyacente fue de 0.55 por ciento durante diciembre de 2010, situando la tasa de crecimiento anual de este indicador en 6.60 por ciento (en noviembre fue 6.20 por ciento). Las variaciones anuales de los subíndices que componen al índice de precios no subyacente fueron las siguientes: agropecuarios 6.96 por ciento (el mes anterior fue 5.59 por ciento) y, administrados y concertados 6.41 por ciento (este dato fue 6.52 por ciento en noviembre). En el subíndice de precios de los productos agropecuarios destacaron los aumentos en las cotizaciones del limón, el plátano, la uva y el tomate verde. En lo que toca al subíndice de precios de los bienes y servicios administrados y concertados, la disminución en su tasa de crecimiento fue consecuencia de las reducciones observadas en los precios del gas natural así como en las tarifas eléctricas de alto consumo.


Por otra parte, en diciembre de 2010 el Índice de Precios de la Canasta Básica de Consumo registró una variación de 0.29 por ciento, ubicándose la variación anual de este índice en 4.19 por ciento (el mes previo fue 4.13 por ciento).”